Se ha designado la fecha del jueves 27 de agosto a las 20.20 hora de Argentina, como tentativa para el lanzamiento del SAOCOM 1B. Normalmente, no hay en estos eventos una fecha definida con certeza porque hay factores, como el climático y la programación de otros lanzamientos, que pueden postergarlo para otro día.
Partirá desde la base de Cabo Cañaveral, Estados Unidos, donde está instalada la empresa SpaceX que se encargará de poner en órbita a este satélite argentino que será impulsado por el Falcon 9. Como decíamos al principio, la fecha puede ser postergada porque el día anterior, el 26 de agosto a la madrugada, hay otro lanzamiento programado. Como se depende del factor climático. Si no se puede concretar ese día, pasará al siguiente y el nuestro, en una fecha próxima.
El SAOCOM 1B ya está listo y con todos los ensayos superados. estos incluyen la adaptación al vector Falcon 9 y el correcto funcionamiento del sistema de comunicaciones, con los centros de control y soporte desde las bases argentinas y la estación terrena de Lima, Perú, que será la que reciba, desde el espacio, la primera señal del satélite.
Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, lo narra con estas palabras: “El viernes 21 de agosto realizamos una simulación completa, tal como será el día del lanzamiento, con los equipos de CONAE e INVAP y los ingenieros de Space X. Probamos todos los sistemas de comunicaciones con el Centro de Control de Misión, en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, en la provincia de Córdoba, y con las otras sedes que brindan soporte al lanzamiento desde la Argentina”.
El ensayo del viernes duró un total de 11 horas. Comenzaron diez horas antes de la que fue fijada para el lanzamiento. Participaron 70 integrantes del equipo y se llegó a simular el desempeño en las primeras órbitas. Kulichevsky lo explica en forma detallada, de esta manera: “Simulamos exactamente todo lo que va a suceder el día del lanzamiento. Cada profesional estuvo ubicado en el lugar que ocupará en ese momento. Encendimos el satélite, revisamos la telemetría y tomamos todas las decisiones que implica avanzar en las distintas etapas que vamos a realizar para el lanzamiento, tal cual como si fuera ese día”.
Respecto a los ensayos desde el Segmento Terreno, que son determinantes para reunir todas las seguridades posibles para alcanzar el objetivo con éxito, el jefe de operaciones de la Misión SAOCOM, Lucas Bruno lo relata, paso a paso, como se fueron ejecutando: “En paralelo al grupo de Estados Unidos, nosotros en Córdoba verificamos la telemetría que recibimos desde Cabo Cañaveral y, a la vez, la distribuimos a los diferentes centros de soporte de la Argentina, ubicados en la Ciudad de Buenos Aires, en la sede de CONAE con el equipo del Laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y otros dos grupos de INVAP, uno en Bariloche, provincia de Río Negro, y otro en Córdoba. Durante las 12 horas previas al lanzamiento simulado, todos chequearon el estado de cada una de las estaciones terrenas, distribuidas en Córdoba, Tierra del Fuego, Polo Norte y Sur, Italia, Océano índico, Estados Unidos y Perú”.
Uno de los grupos que controló las variables de los ensayos, en la sala limpia del INVAP en Bariloche. ¡Festejaron al teminar!
Todos los integrantes del equipo de profesionales argentinos que están en Cabo Cañaveral y en las estaciones terrenas de Argentina, están muy entusiasmados esperando que llegue el momento de poner en órbita al satélite argentino de observación de la Tierra SAOCOM 1B de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Fueron muchos meses de trabajos constantes donde han demostrado la gran capacidad de cada uno de ellos y por encima de todo, la convicción y la empatía con el proyecto. Son profesionales, altamente calificados, cada uno en su área, que además de todo eso, “sienten la camiseta argentina”.
Inmediatamente que el SAOCOM 1B sea colocado en órbita y se separe del Saturno 9, procederá a tomar el manejo en forma remota, el Centro de Control de Misión de la CONAE, desde Córdoba. A partir de ese momento, por un lapso de unas 36 horas, se llevarán a cabo distintas actividades que serán monitoreadas constantemente desde la base de Córdoba. Josefina Péres, Jefa de Proyecto SAOCOM, lo describe así: “Apenas el satélite detecta que se separó del lanzador, despliega automáticamente el panel solar. Entonces lo primero que se hace dese Córdoba es controlar si los paneles están desplegados. En caso de que la operación no se hubiera desarrollado de manera correcta, se envía un comando para que se despliegue. Los satélites se diseñan para que no tengan un punto singular de falla. Siempre tenemos un plan B por si algo falla. Después comienza la preparación para el despliegue de la antena”.
El SAOCOM 1B estará comunicado en forma permanente con las estaciones terrenas de diversos países con los cuales se han establecidos acuerdos para su participación. Ellas están ubicadas en Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Perú, Estados Unidos y con las dos estaciones de la CONAE en Argentina, en Córdoba y en Tierra del Fuego.
Durante los primeros días en órbita, la comunicación con el satélite se realiza con el soporte de estaciones terrenas ubicadas en Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Perú, Estados Unidos, con las cuales hay acuerdos de cooperación, y con las dos estaciones de la red de CONAE en Argentina, una en Córdoba y otra en Tierra del Fuego. Antes de producir imágenes, se llevará a cabo un período de varios meses, de tareas de puesta en modo operativo.
Kulichevsky cierra con un comentario final: “Vivimos estos momentos sabiendo que estamos cada vez más cerca de cumplir con el importantísimo objetivo de poner en órbita el segundo satélite de la Misión SAOCOM y poder completar la constelación, en un contexto muy particular por la pandemia del COVID, que nos obligó a quedarnos mucho tiempo en Cabo Cañaveral, lejos de nuestras familias”.
Por Francisco Grillo
