Se desarrolló en la avenida Diagonal Norte en el trayecto desde el obelisco hasta Plaza de Mayo. Es la segunda edición de “Experiencia Góspel”. Es un festival en el espacio público al aire libre. El objetivo es difundir y disfrutar de la música espiritual cristiana. La concurrencia fue muy numerosa, se calcula que asistieron más de 60 mil personas.
A lo largo de las cinco cuadras que existen, entre el Obelisco y Plaza de Mayo, se instalaron varios escenarios que alojaron a los 2.000 artistas, que realmente tuvieron mucho protagonismo. Para definir que representa el Góspel, podemos decir que deriva del anglosajón de la palabra godspell. En su traducción literal, significa “palabra de Dios”. Se aplica a este tipo de música que tiene por objetivo comunicar a las personas con Dios, mediante estos cánticos evangélicos.
Se originó entre la población afroamericanas en América del Norte. A mediados del siglo XIX. Esas son las raíces y resultaban, la esperanza por medio de Dios, de superar las penurias vividas durante la esclavitud. Se aferraban a la religión desde las iglesias protestantes evangélicas. Con el tiempo y como todo, se difundieron por todo el mundo.
El festival llamó mucho la atención de aquellos que llegaron al lugar atraídos por una propuesta diferente. Se sorprendieron mucho porque, se esperaban encontrar con las típicas maneras de cómo se conoce a esta expresión de la cultura Góspel. “Las Miliuna Porteñas”, presentes preguntaron sobre el evento a una pareja del público, Alberto y su esposa, quienes así se expresaron: “La novedad es que la forma de expresarse se realiza con géneros muy populares como el trapp o la cumbia. Con mucho ritmo y pegadizos, más allá de las letras que son religiosas. Es una forma eficaz para acercar a las personas con Dios”
Lo cierto es que la cultura góspel resultó un gran éxito, la gente lo pasó muy bien y disfrutó de una agradable y diferente experiencia. El público no estaba integrado solamente con los habituales seguidores de esta propuesta. Eso es lo que llama la atención. Porque es convocante y la gente se engancha con ella. La propuesta ofrecía sus variadas expresiones.
Que manifestaban el aliento a la comunicación con Dios para todos los que se sientan identificados. La tarde del lunes se vio colmada de los espectáculos que se realizaban en los distintos escenarios, uno detrás del otro. Entre cada artista que subía, tomaba la posta un animador que no dejaba caer la atención de la gente, hasta que llegaba el siguiente.
Los espectáculos presentaron una diversidad de propuestas, integrada por danza, conciertos de coros o músicos, influencers, shows de DJs y música. También teatro, poesía, exposiciones de pintura. Stands con editoriales que vendían sus libros religiosos y como no podía faltar, una gran propuesta gastronómica.
El escenario principal estaba instalado en la avenida 9 de Julio y Diagonal, con una capacidad de hasta 100 artistas en escena. Tampoco podía faltar la oferta para los chicos. Para ellos, se presentó el show de BIPER. Que proponía música, teatro, baile y pintura en vivo. A todo esto, se le sumó, también para los niños, una exposición de cuadros de 30 artistas.
Por Francisco Grillo
