Realmente del debut de nuestra selección produjo un resultado inesperado. Llegamos con pergaminos muy importantes para un equipo que en los últimos años no había concretado logros acordes a su nivel. El que está representado y consolidado por el armado de un grupo que funciona como tal.
En el juego se distingue por su manejo y tenencia de la pelota con cambios de ritmo que pegan estiletazos letales, en los pies de los definidores, para perforar los arcos contrarios. Aseguraba imponer su estilo en todos los partidos. Se encontró con Arabia Saudita, un rival que parecía menos de lo que demostró. Muy disciplinado tácticamente, empleando la ley del offside para dejar en posición adelantada a sus rivales.
Lo han puesto en práctica de manera permanente y efectiva, Adelantando sus líneas defensivas. En el primer tiempo, los argentinos cayeron en esa red en seis oportunidades. Tres de ellos terminaron en goles, anulados por el VAR. Casi todos, sin discusiones, salvo el de Lautaro Martínez, que los análisis realizados por especialistas, como el analista español Nacho Tellado, después del partido pudieron comprobar que había un defensor del lado izquierdo que habilitaba al delantero argentino.
Un tropezón no es caída y es necesario apelar a la fuerza del grupo para poder tomar el desafío de los haga reponerse con todas las pilas recargadas. Esto ya ocurrió en el mundial de Italia de 1990, Argentina debutó como el anterior campeón de México 1986 y venía con toda la gloria aquilatada en ese mundial maravilloso. Perdió el primer partido con Camerún. Sin embargo se repuso y llegó a jugar la final con Alemania, la cual perdió con algunas dudas en fallos decisivos.
Más acá en el tiempo, también comenzó mal España en Sudáfrica, perdiendo su primer partido con Suiza, luego se repuso y terminó ganando el mundial de Sudáfrica 2010. Las estadísticas demuestran que no está todo perdido. Se puede superar un mal debut. Solo depende del temple y fortaleza de los actores y la capacidad de aprovechar sus virtudes para imponerlas a sus rivales. Esto es de lo que se está hablando puertas adentro del plantel y el equipo técnico.
La frase que define las conclusiones del equipo es que: “las posibilidades siguen intactas”. Son momentos donde aflora el perfil de líder positivo de Messi, asumiendo responsabilidades, manteniendo la calma y transmitiendo seguridad a sus compañeros, para los cuales es un referente indiscutido. Están convencidos de la capacidad que tiene el plantel como tal y a nivel individual.
El golpe recibido puede servir de impulso para la recuperación y el fortalecimiento. Horas más tarde de concluido el partido, el empate en cero de México y Polonia, actuó como alivio, porque eso mejora las posibilidades. Que no son otras que ganar los dos partidos restantes, para poder clasificar. Hasta en el primer lugar.
Messi lo afirma de forma contundente: ”Sabíamos que nos medíamos con un equipo de buenos jugadores, que movía bien la pelota y adelantaba la línea. Lo habíamos trabajado, por eso tuvimos muchas situaciones de goles que nos anularon. Quizás no encontramos el momento justo para no caer en la trampa, ellos hacen muy bien, eso de tirar la línea y pararse. Debemos recuperar la memoria y volver a las bases. Todos juntos, más que nunca”.
Por Francisco Grillo