En la primera vuelta de las generales del 2023 continúan apareciendo las sorpresas. Las primarias con su resultado, no entronizaron a ninguno de los tres espacios. Por más que alguno haya descorchado botellas antes de tiempo, la realidad reflejaba que era un empate técnico. En esta primera vuelta de las generales, se intercambiaron las posiciones.
El tercero salió primero, el primero segundo y el segundo tercero. No podría imaginarse de otra manera, de la paridad no se generaba ninguna confirmación para mantener los resultados de las PASO. Las Primarias fueron ganadas por Javier Milei, con el 29,86 por ciento de los votos. En segundo lugar Juntos por el Cambio, con el 28 por ciento entre Bullrich y Rodríguez Larreta. Tercero Unión por la Patria, que sumó 27.28 por ciento entre Massa y Grabois.
Desde ese punto de partida, comenzaba la campaña para competir entre las tres fuerzas mejor posicionadas. Todo dependía de cómo se desarrollaran las campañas. El indiscutible ganador fue el que mejor jugó. Sergio Massa, aprovechó muy bien el tiempo con que disponía para recuperarse y consiguió una remontada muy positiva. Fue un camino donde no escatimaron en ningún esfuerzo. Manejada al más alto nivel de competitividad por personajes muy capacitados.
Se reforzó el manejo de los aparatos de las estructuras como los gobernadores, intendentes e instituciones. Todos unidos llegaron a seducir hasta el último voto. Massa, como ministro de economía, presentó un combo de medidas para aliviar el alto nivel de aumento de los precios por las cifras aceleradas por la inflación. Se eliminaron Ganancias, se ofreció la devolución del IVA para ciertos sectores y algunos bonos para favorecer a los de menores ingresos.
Todas esas propuestas alcanzaron a disimular el estado de la economía y algunos episodios como lo de Insaurralde y Chocolate, que podrían haber restado muchos votos. Pero todo eso que jugaba en contra, fue manejado de manera eficaz y le permitió levantar 9.40% puntos. El resultado de estas generales lo consagra ganador a Sergio Massa con 36.68%. Segundo el libertario Javier Milei, con el 29,99% de los votos, casi los mismos que en las PÄSO y tercera, Patricia Bullrich con el 23,84%, un poco más de 4 puntos menos que en las Primarias.
Como consecuencia de estos porcentajes, pasan a la segunda vuelta Sergio Massa y Javier Milei. De aquí en más comienza otra campaña. En un principio, siendo los dos únicos candidatos, pueden crecer recolectando votos de electores de los partidos que han quedado afuera. El primer paso es tratar de conquistar a aquellos que habitualmente no los votan. Las principales aguas donde pescar, son las de Juntos por el Cambio y de Juan Schiaretti.
Inmediatamente se están movilizando los contactos entre las fuerzas para negociar propuestas. Pero más allá de esos circunstanciales apoyos o incorporaciones de políticos a las fuerzas finalistas, lo importante es que puedan seducir a los electores. Aquellos que pertenecen a otros espacios y que pueden elegir libremente a quien los va a gobernar. Es parte del proceso democrático. Pero las propuestas deben convencerlos. No es fácil cambiar el voto a otra fuerza, si no hay empatía con las plataformas.
Por un lado algunos votan por continuidad o cambio. Están en las vidrieras ambas opciones. Pero para convencer a los que puedan acompañar con el sufragio, sería bueno que propongan objetivos que no sean muy alejados de sus principios. Diferencias las hay de todo tipo y nombres. El hecho es que ambos contendientes del encuentro final, van a recibir un país que se encuentra en una situación muy difícil de enderezar.
Con una economía partida, con una inflación en aceleración permanente, el déficit fiscal que cada vez se hace más pronunciado, reservas muy escasas, una moneda totalmente devaluada, las deudas internas e internacionales, como la del FMI y el juicio pendiente por los us$16 mil millones por el juicio de YPF. Es mucho lo que hay que enderezar y cambiar. Es muy bueno que acepten el estado en que están recibiendo el país. Para no quejarse después, cuando es tarde.
La realidad argentina es esta. Si no están en condiciones, no se presenten. Si lo hacen, no debe existir la queja posterior. Volviendo a la forma de seducir los votantes extra partidarios, en línea a lo que declara Massa sobre la unidad nacional, es el momento ideal para encarar esa posibilidad. Pero debe ser de manera transparente y justa para todas las partes.
Por ejemplo, cualquiera de los dos espacios podría convencer a los de Juntos, proponiendo el plan económico de la Fundación Mediterráneo, que ahora está disponible para el partido que quiera implementarlo.. Es una manera adecuada de comenzar con la unidad nacional. Otra fuente donde tirar la caña, es en las huestes cordobesas de Juan Schiaretti. A quien sería necesario aportarles temas de alcance federal.
Por Francisco Grillo