Es evidente que los casos de contagios del COVID-19, vienen aumentando de manera sostenida. Más allá de que las condiciones de inmunidad de la población, es diferente a las anteriores olas, es importante prevenir el contagio. Es necesario estar atentos y cuidarse.
Los hisopados, que en pandemia, tenían infinidad de lugares para realizarlo, ahora deberán hacerse en los hospitales. Según las informaciones difundidas por el Ministerio de Salud de la Nación, esta semana casi se duplicaron los casos de la anterior. Entre los días 11 y el 19 de diciembre, fueron registraron 62.261 casos y 39 muertes. Según la misma fuente: “las provincias que más incrementaron sus casos en la última semana fueron Córdoba, Formosa y Jujuy”.
Esas cifras muestran un aumento de contagios con un porcentaje del 230% en relación a la anterior semana. En el caso de los fallecimientos, subió un 557%, comparado con el mismo período anterior. Para tomar conciencia del aumento en ascenso sostenido que se está produciendo, informamos los datos anteriores sobre la cantidad de contagios en todo el país: En la semana del 4 al 11 de diciembre, se registraron 27.119 casos con 7 muertes. En la anterior del 27 de noviembre al 3 de diciembre, los casos habían sido 12.609 y 9 fallecidos. Del 20 al 27 de noviembre, se registraron 3323 contagios y 8 muertes.
La cercanía con las fiestas, todo lo que significó el mundial de Fútbol, no solo en las finales, también en la asistencia a las pantallas con público masivo o las reuniones con familiares y de amigos, en los domicilios y espacios públicos y el inicio de las vacaciones. Son todos factores que generan una multiplicación de los contactos masivos. Más allá, de todo eso, muchas veces los motivos simplemente se originan en el comportamiento mismo del virus.
También, el haber alcanzado una meseta interesante por algunos meses, nos hizo relajar y discernir que era un tema superado. No lo será en la medida que le abramos las puertas al virus. Está vivo y alerta, cuando lo dejamos pasar, entra. También la confianza proviene de la posible seguridad de que nos protege la alta cifra de vacunados de nuestra población. Eso es verdad, pero “nada es para siempre”.
Por lo menos en el caso de la inmunidad de las defensas que proporcionan las vacunas. Cada dosis aplicada, mantiene su eficacia por un promedio de 4 meses, que se puede estirar hasta los 6 meses. Para mantenerse inmune, hay que continuar aplicando los refuerzos necesarios. Así lo afirma Fernán Quirós: “La mejor protección es tener la campaña de vacunación al día”. En estos momentos, en CABA, los centros de vacunación funcionan con el sistema de turno previo, con la diferencia a lo que pasaba en pandemia-que había que esperar que lo notifiquen- ahora las personas pueden entrar al sitio de la ciudad y elegir el turno para la fecha y lugar que prefiera.
En el tema de los hisopados para realizar los testeos, esta técnica había casi desaparecido por la estabilidad alcanzada en la cantidad de contagios. En la actualidad solamente están disponibles las Unidades Febriles de Urgencias (UFU), que dependen de los síntomas que presenta la persona. Todas aquellas personas de los “grupos priorizados”, que hayan mantenido un contacto cercano con un COVID positivo y consideren que tienen alguno de los síntomas que se consideran en la actualidad, deberán presentarse en los Hospitales de la ciudad que cuenten con la Unidades Febriles de Urgencias (UFU).
Los síntomas a los cuales hay que prestar atención son: (Fiebre 37.5°C o más, Tos, Odinofagia, Dificultad respiratoria, Cefalea, Mialgias, Disgeusia/anosmia, Diarrea/vómitos, Rinitis/congestión nasal). Aquellas personas que no pertenezcan a los grupos prioritarios por el riesgo, la recomendación más saludable es mantenerse aislados por cinco días y después continuar con los cuidados, por otros cinco días.
Es la manera de controlar la propagación. Seguir con la aplicación de las vacunas de la forma que corresponde. Testearse cuando es necesario. Prevenir con la utilización de barbijos en los lugares de riesgo, como espacios cerrados, transporte público y reuniones en lugares sin la ventilación adecuada.
Por Francisco Grillo