De acuerdo a la información surgida del Ministerio de Salud de la Nación y difundida por Télam, se extiende la emergencia sanitaria hasta el 31 de diciembre del año 2023. Esta decisión se respalda en la alta circulación del COVID-19 que se está sosteniendo hace unas semanas, en todo el país.
El artículo 2 del Decreto 863, publicada en el Boletín oficial, dice textualmente: “Facúltese al Ministerio de Salud como Autoridad de Aplicación, y en el marco de la emergencia pública en materia sanitaria declarada mediante la Ley 27.541”. Teniendo en cuenta el comportamiento de la propagación de virus, durante las últimas semanas, estamos en presencia de una nueva ola de contagios. Fueron creciendo sostenida y permanentemente, las cifras de los casos.
Teniendo muy presente además, que más allá de las estadísticas oficiales, la falta de testeos masivos genera que haya información que no está registrada. Es muy posible que haya muchos pacientes infectados, que transiten la enfermedad sin realizar el aconsejado período de aislamiento que limita la propagación. Al extenderse el período de vigencia de la emergencia sanitaria, habilita al Ministerio de Salud, a tomar las decisiones correspondientes, según lo demanden las condiciones epidemiológicas de la COVID-19, en cada distrito, en lo particular y en todo el país, en general.
El Ministerio de Salud, agrega en el contenido de la resolución, el siguiente texto que describe la situación: “A pesar de que se ha alcanzado un elevado nivel de inmunidad poblacional contra el SARS CoV-2 adquirida, relacionado con una combinación de alta incidencia de infecciones en sucesivas olas de contagios y muy altas coberturas de vacunación, se registra nuevamente alta circulación de SARS CoV-2 y otros virus respiratorios”.
- Los casos de contagios y fallecimientos producidos en las seis últimas semanas:
- Del 20 al 27 de noviembre, 3323 contagios y 8 muertes.
- Del 27 de noviembre al 3 de diciembre, 12.609 y 9 fallecidos.
- Del 4 al 11 de diciembre, 27.119 casos con 7 muertes.
- Del 11 al 18 de diciembre, 62.261 casos y 39 muertes.
- Del 18 al 25 de diciembre, 61.903 casos y 44 muertes.
- Del 25 de diciembre al 1 de enero, 72.558 casos y 47 muertes.
En este listado se puede percibir como se va comportando la transmisión de la COVID-19. Por otro lado Analía Rearte, directora nacional de Epidemiología, realizó interesantes declaraciones a través de Télam radial, en las cuales, se refiere a la situación epidemiológica y la recomendación de aplicar las vacunas junto al uso de barbijos y otras medidas de prevención: “Hoy estamos con una circulación muy, muy alta de COVID. Durante todo este año tuvimos circulación viral, empezamos 2022 con una circulación altísima de Covid, SARS-CoV-2, concomitantemente con influenza, que fue una cosa rara porque influenza no circula generalmente en verano”.
Rearte enfatizó la necesidad de mantener actualizada la vacunación con la aplicación de los refuerzos imprescindibles, cada cuatro meses. Principal factor para estar inmunizados frente al contagio o en su defecto para transitar una infección moderada y leve, con muy poca letalidad e internación. Es un motivo más que suficiente, está demostrada, a través de las estadísticas sobre datos reales, la efectividad de las vacunas para lograr estos avances. Resulta nada más y nada menos que la diferencia entre la vida y la muerte. Para que quede claro. Sin dramatismos, solamente es una lectura de la realidad.
En ese sentido Rearte manifestó: “Ya todos como sociedad hemos aprendido lo que es la prevención de los virus respiratorios. Lo primero, para evitar la enfermedad grave lo que tenemos es la vacunación y acá es muy importante reforzar que si pasamos de cuatro meses de la última dosis hay que aplicarse una dosis de refuerzo porque realmente cambia mucho el pronóstico cuando uno está correctamente vacunado que cuando no lo está“. En cuanto al resto de las medidas de prevención, no difieren de lo que se había instalado durante la parte más álgida de la pandemia:
Lavado frecuente de manos. Uso del barbijo en medios de transporte y lugares cerrados. Reuniones solo en espacios abiertos. Manteniendo la distancia adecuada. En espacios cerrados, uso del barbijo y exigir ventilación adecuada. En cuanto al aire acondicionado, no exponerse si no poseen los filtros adecuados. De otra manera sería el conducto ideal para mezclar los elementos bacteriológicos que emite cada organismo humano y redistribuirlos entre las personas que compartan ese espacio y respiren de ese aire viciado y contaminado.
Por Francisco Grillo